step lightly

Thom Trojanowski, L21. 



“Siempre hay flores para aquellos que quieran verlas.”



Estas palabras se atribuyen al pintor Henri Matisse. No creo que sean una celebración del optimismo o el autoengaño, sino sobre todo una puesta en valor de la observación atenta que en muchos casos nutre a la práctica artística. Creo también que Thom ha sido capaz de observar con atención los alrededores de la galería durante estas semanas de junio y, de hecho, las flores aparecen con frecuencia en sus trabajos recientes… lo hacen en la tela desteñida o bien en relieve, trascendiendo las dos dimensiones de la pintura. Se convierten en un símbolo de la delicadeza y la fragilidad, pero también de la persistencia y la obstinación.


Las flores nacen, mueren y reaparecen en un ciclo que sigue acumulando revoluciones. Al caminar con prisas no es fácil reparar en ellas. No en vano el título que el artista ha elegido para su primera exposición en la galería es precisamente “Step Lightly”, que podría traducirse al castellano como pisar ligeramente, con delicadeza o incluso dejando tras de sí la menor huella posible. En la exposición se muestra una nueva serie de trabajos que Thom Trojanowski (1988, Kidderminster) ha producido durante su estancia en la residencia L21xFundación Camper y que invitan a una reflexión sobre nuestra relación con la naturaleza en un momento de crisis climática.


Temas como la pisada o la huella resultan también una sutil alusión a la elección de los materiales, determinada por el contexto espacial de la galería. El artista ha empleado objetos encontrados en el polígono industrial donde se encuentra L21, apreciando en sus recorridos cómo, incluso en un área gris de producción industrial, la naturaleza siempre se hace un hueco: la hierba crece entre los adoquines y los árboles rompen el asfalto con sus raíces y levantan el pavimento por el que caminamos a diario. Parte de ese pavimento roto ha ido a parar a los trabajos del artista, en un territorio difícil de concretar entre la pintura y la escultura. En sus propias palabras, “no se puede controlar la naturaleza, siempre crece rompiendo el cemento.”


Quizá sea el momento de dejar de pensar la naturaleza en términos de control o dominio, para ser más conscientes de nuestro propio impacto en el mundo y observar atentamente nuestros alrededores. Esta mañana, de camino a la galería, también he visto las flores.

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Palma, 2019.

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Fotografías:Natasha Lebedeva, cortesía de L21 Gallery.