even heroes need a rest 

Vojtěch Kovařík, L21. 



Los acontecimientos recientes han alterado nuestra percepción del tiempo. Hemos contenido la respiración y la velocidad vertiginosa a la que giraba el mundo se ha ralentizado en los últimos meses. A cambio, la densidad de las horas se ha vuelto táctil.


Para muchos artistas esto ha supuesto la oportunidad de bajar el ritmo, reflexionar sobre su propia práctica y otorgarle el tiempo que merece. Parece que también han tomado su tiempo y encontrado el descanso los personajes mitológicos de las nuevas pinturas del artista checo Vojtěch Kovařík. Los cuerpos se han vuelto pesados, en los rostros hay cierto sosiego y los músculos reposan sin tensión… a su alrededor se extiende una especie de quietud dramática. Estos corpulentos héroes viven ahora en un presente eterno. Incluso el Kuros, que solía mantenerse de pie en su estricta línea recta, reposa junto a un árbol en un ocaso rojizo. Otros buscan el descanso junto al río o la orilla del mar.


Para Paul Virilio la velocidad es lo que caracteriza el mundo moderno. Ahora que nos hemos ralentizado colectivamente, ¿en qué época estamos viviendo? Diferentes épocas se han caracterizado por distintas maneras de pensar y experimentar el tiempo. Si bien la griega era una concepción cíclica que se dejaba expresar mediante el círculo del eterno retorno, la concepción moderna del tiempo es una lineal que está influida por la noción de un final de la historia. Una flecha lanzada al viento: un proceso irreversible en el que se produce la aceleración del tiempo histórico y tienen lugar grandes transformaciones incluso durante la vida de una generación. La flecha alcanzó su hipervelocidad… y esta ha sido interrumpida. ¿Qué tiempo es el que caracteriza entonces a nuestra época?


Las nuevas pinturas de Vojtěch Kovařík pueden aportar pistas silenciosas sobre el mismo. Sus personajes no recogen del suelo la flecha del tiempo, sino que la entierran bajo sus enormes pies o reposan junto a ella. Las corpulentas figuras que tan a menudo estaban sumidas en acciones dinámicas como la lucha, aparecen ahora sosegadas. Como un eco del tiempo griego, se muestran a la vez mortales y eternas. De ellas quizá podamos aprender nuevas formas de estar… redescubrir, por ejemplo, que en ocasiones también es heroico entregarse a la desaceleración y el descanso.


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Palma, 2020.

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Fotografías:Natasha Lebedeva, cortesía de L21.